Algo que veo super importante (incluso más si ambas partes tienen experiencia previa) es que conversen sobre como entienden cada uno los castigos. Pues hay amos que los ven como algo "más grave" que otros que lo pueden tomar como parte de un juego divertido. Hay quién disfrutará que socaves su autoridad buscando ser castigado, y quién tomará eso como una ofensa o como una actitud que perjudica la dinámica.
Me sucedió que mi primer dom tenía una visión super seria del castigo, era el último recurso, una forma de corrección, y una instancia que probablemente sería aburrida. Además me recalcaba que en caso de tener que hacerse, estaríamos "gastando tiempo" que podríamos usar en disfrutar o simplemente estar juntos (cosa que me afectaba mucho porque nos veíamos poquito). Nunca me pasó, pero para mí era un fantasma constante y debo admitir que me daba miedito que ocurriera (algo que debí haber conversado con él claramente).
Después de un tiempo, empecé con otro amo, para el que la idea de castigar era muchísimo más ligera. Era parte de su dinámica buscar algún error menor, tipo olvidarme de parte de una frase aprendida o de los códigos de palabras para indicar ciertas posiciones, lo que consideraríamos error humano vamos, para darme pequeños castigos. Para el era una forma juguetona y sugestiva de introducir algunas prácticas quizás más duras, pero cuando decía la palabra "castigo" y yo me quería morir, para mí eso implicaba que había cometido una falta grave y me entraba entre pena, confusión y hasta un poquito de rabia, porque no sentía que hubiera hecho algo malo o tan terrible.
Evidentemente lo hablamos, lo analizamos, descubrimos que para mi la palabra cargaba con un peso que no habíamos considerado, y rearmamos acuerdos que nos dieran tranquilidad a ambos. Pero recomiendo que se ahorren el mal entendido y lo hablen al inicio.
Buenos días Amaia, te he leído y me ha encantado hacerlo. Mil gracias por compartir tus experiencias y tú punto de vista, con el que estoy completamente de acuerdo. Me extenderé más en mi respuesta, porque el comentario así lo vale. Vale incluso un post entero 😊, que te invito a compartir por aquí sí quieres hacerme el honor de escribir sobre ello. Pero mi respuesta más extendida te la daré en otro momento del día con más tiempo y calma. De nuevo un placer, y bienvenida.
Si son medios para reforzar la confianza cuando una de las partes comete una falta (entiendo que son faltas dentro del propio juego, como si rompiera las reglas o hiciera trampas), ¿podría un sumiso castigar a un dominante que la ha cagado? 🤔
Si preguntaras a las personas más tradicionales, donde las dinámicas del BDSM son más estrictas, te dirían seguramente que NO, porque lo verían como una inversión de roles y eso "aguaría" la relación.
Pero como yo, no soy tradicional -- lo dejo ahí, por si alguien se había despistado y aún no era consciente de ello -- voy a contestar que SÍ, la parte sumisa puede "castigar" a la Dominante, aunque no sería un "castigo" en el sentido clásico del BDSM (una sumisa no va a azotar a su Amo). Pero si ambas partes así lo acuerdan, y deciden que pueda haber alguna consecuencia, cuando el Dominante la caga. Se pueden establecer esas consecuencias de antemano, pactarlas.
Lo que siempre puede hacer un sumiso, ya que es persona, es mostrar su insatisfacción por algo, y si también se pacta, puede poner límites nuevos.
Las relaciones BDSM están en continuo diálogo, los contratos que se hacen, bien sean de palabra o escritos, van a ir teniendo modificaciones, siempre bajo el consenso y aceptación de ambas partes, desde luego. De este modo, la parte sumisa, sí tiene opciones de "castigar" a la Dominante, ya que la parte Dominante no está exenta de errores, ni mucho menos. Es más, todo esto reforzaría la relación y la confianza mutua. Pero esa es tan sólo mi perspectiva del BDSM.
A ver si Eugenio y suelo nos aportan otras perspectivas.
Un perfecto ejemplo, de lo que sería la opción de “castigo” del sumiso a su Ama/o.
Muchas gracias por aportar tus experiencias personales, es muy importante que no solo sea mi visión BDSM la que esté presente por aquí, si no que haya más personas amantes de este mundillo, que la enriquezcan. Encantada de tenerte por aquí 🙂
Algo que veo super importante (incluso más si ambas partes tienen experiencia previa) es que conversen sobre como entienden cada uno los castigos. Pues hay amos que los ven como algo "más grave" que otros que lo pueden tomar como parte de un juego divertido. Hay quién disfrutará que socaves su autoridad buscando ser castigado, y quién tomará eso como una ofensa o como una actitud que perjudica la dinámica.
Me sucedió que mi primer dom tenía una visión super seria del castigo, era el último recurso, una forma de corrección, y una instancia que probablemente sería aburrida. Además me recalcaba que en caso de tener que hacerse, estaríamos "gastando tiempo" que podríamos usar en disfrutar o simplemente estar juntos (cosa que me afectaba mucho porque nos veíamos poquito). Nunca me pasó, pero para mí era un fantasma constante y debo admitir que me daba miedito que ocurriera (algo que debí haber conversado con él claramente).
Después de un tiempo, empecé con otro amo, para el que la idea de castigar era muchísimo más ligera. Era parte de su dinámica buscar algún error menor, tipo olvidarme de parte de una frase aprendida o de los códigos de palabras para indicar ciertas posiciones, lo que consideraríamos error humano vamos, para darme pequeños castigos. Para el era una forma juguetona y sugestiva de introducir algunas prácticas quizás más duras, pero cuando decía la palabra "castigo" y yo me quería morir, para mí eso implicaba que había cometido una falta grave y me entraba entre pena, confusión y hasta un poquito de rabia, porque no sentía que hubiera hecho algo malo o tan terrible.
Evidentemente lo hablamos, lo analizamos, descubrimos que para mi la palabra cargaba con un peso que no habíamos considerado, y rearmamos acuerdos que nos dieran tranquilidad a ambos. Pero recomiendo que se ahorren el mal entendido y lo hablen al inicio.
Buenos días Amaia, te he leído y me ha encantado hacerlo. Mil gracias por compartir tus experiencias y tú punto de vista, con el que estoy completamente de acuerdo. Me extenderé más en mi respuesta, porque el comentario así lo vale. Vale incluso un post entero 😊, que te invito a compartir por aquí sí quieres hacerme el honor de escribir sobre ello. Pero mi respuesta más extendida te la daré en otro momento del día con más tiempo y calma. De nuevo un placer, y bienvenida.
me encantan tanto los castigos físicos como psicológicos, siendo estos últimos los que más perseveran en la mente
¿Un castigo físico, se puede considerar también psicológico?
Si Señora
Si son medios para reforzar la confianza cuando una de las partes comete una falta (entiendo que son faltas dentro del propio juego, como si rompiera las reglas o hiciera trampas), ¿podría un sumiso castigar a un dominante que la ha cagado? 🤔
Wow, pedazo de pregunta.
Si preguntaras a las personas más tradicionales, donde las dinámicas del BDSM son más estrictas, te dirían seguramente que NO, porque lo verían como una inversión de roles y eso "aguaría" la relación.
Pero como yo, no soy tradicional -- lo dejo ahí, por si alguien se había despistado y aún no era consciente de ello -- voy a contestar que SÍ, la parte sumisa puede "castigar" a la Dominante, aunque no sería un "castigo" en el sentido clásico del BDSM (una sumisa no va a azotar a su Amo). Pero si ambas partes así lo acuerdan, y deciden que pueda haber alguna consecuencia, cuando el Dominante la caga. Se pueden establecer esas consecuencias de antemano, pactarlas.
Lo que siempre puede hacer un sumiso, ya que es persona, es mostrar su insatisfacción por algo, y si también se pacta, puede poner límites nuevos.
Las relaciones BDSM están en continuo diálogo, los contratos que se hacen, bien sean de palabra o escritos, van a ir teniendo modificaciones, siempre bajo el consenso y aceptación de ambas partes, desde luego. De este modo, la parte sumisa, sí tiene opciones de "castigar" a la Dominante, ya que la parte Dominante no está exenta de errores, ni mucho menos. Es más, todo esto reforzaría la relación y la confianza mutua. Pero esa es tan sólo mi perspectiva del BDSM.
A ver si Eugenio y suelo nos aportan otras perspectivas.
Un perfecto ejemplo, de lo que sería la opción de “castigo” del sumiso a su Ama/o.
Muchas gracias por aportar tus experiencias personales, es muy importante que no solo sea mi visión BDSM la que esté presente por aquí, si no que haya más personas amantes de este mundillo, que la enriquezcan. Encantada de tenerte por aquí 🙂
Muy bien explicado. La clave: consenso, consenso y más consenso!
Estamos de acuerdo 😉